El acelerado proceso urbano e industrial que ha experimentado México en las últimas décadas no ha venido acompañado de las suficientes medidas para eliminar el deterioro ambiental y su repercusión sobre la calidad de vida de la población. Para estar acorde con este proceso es necesario contar con una adecuada planificación para disminuir la ocurrencia de accidentes en el transporte de materiales y residuos peligrosos, especialmente en un país como México donde el desarrollo petrolero y el crecimiento de grandes ciudades, por ejemplo Guadalajara y Monterrey, ha propiciado que actualmente se ubiquen centros de distribución de energéticos en áreas densamente pobladas.
Los materiales y residuos peligrosos presentan un riesgo potencial en todas las etapas en las que se utilizan: generación, recolección, transporte y almacenamiento, así como en su tratamiento y disposición final, siendo el transporte una actividad de alto riesgo que puede ocasionar daños a las comunidades y al ambiente.
Algunos riesgos derivados del manejo inadecuado durante el transporte por carretera de materiales y residuos peligrosos son los incendios, explosiones, fugas o derrames de estas sustancias, razón por la cual se han elaborado en México leyes, reglamentos y normas para su manejo, que se amplían y corrigen constantemente para adecuarlos de manera que cumplan con el objetivo de disminuir los riesgos a que se está expuesto en esta actividad; ejemplo de esto es el Reglamento que elaboró la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), para el Transporte Terrestre de Materiales y Residuos Peligrosos (RTTMRP, SCT, 1996), aplicables a los vehículos que viajan por caminos de jurisdicción federal.
Considerando que el transporte carretero en México es el medio más importante debido a la gran cantidad de pasajeros y carga transportados (específicamente aquellos envíos de materiales y residuos peligrosos) por el mismo sistema carretero nacional, es necesario establecer medidas de seguridad para reducir la incidencia de accidentes, ya que estos afectan al auto transportista, a particulares, a la infraestructura que los soporta y al ambiente que les rodea, ya que de acuerdo a los reportes de numerosas agencias gubernamentales de otros países, en general, los accidentes que más daños han provocado en comparación con las guerras mundiales que ha enfrentado el hombre son definitivamente los derivados de las actividades del transporte.